Estimado Lector:
Existe un dicho que dice, “no es cosa de hombres pedir ayuda”. Creo que esto debería eliminarse de nuestra cultura pues los hechos recientes demuestran que si es necesario a los hombres pedir ayuda y me estoy refiriendo a ayuda de profesionales del área de la salud mental. Todos hemos sido testigo de los tristes acontecimientos de pornografía y prostitución infantil y muchos nos hemos preguntado ¿cómo es posible que a comienzos del siglo XXI el “homosapiens” (hombre sabio), pueda ingresar a tan bajos instintos y no usando esa razón que los distingue de los animales proceda a cometer actos que ni siquiera se comparan con muchas especies de animales las cuáles respetan y protegen a sus cachorros? A mi juicio lo que está ocurriendo es que lo que la inteligencia humana a logrado crear lo hemos usado tal vez más para involucionar que para evolucionar, ¿y por qué digo esto? , simplemente porque a través de internet (por ejemplo) estas personas pasan ocupando su tiempo mirando pornografía (adulta e infantil) y por ende ocupan no solo su tiempo sino también su cerebro para despertar de manera poco “discreta” el instinto sexual que es bastante sagrado pues a través de el llegamos a este mundo.
Estimo que a estas alturas el ser humano actual homosapiens ha sido el menos idóneo para la vida en este planeta ¿Por qué lo digo? Abra los ojos y vea la realidad, por ejemplo: en el mismo día en que Israelitas y Palestinos se enfrentaban con misiles en los Estados Unidos se realizaba con pomposa ceremonia la entrega de los “grammy” ¿y qué?, dirá usted. Lo irónico del asunto es que Israel es Goliat al lado del David Palestino y los Estados Unidos son el padre y el hermano poderoso de Israel, entonces mientras los Americanos entretenían al mundo, con una mano manejada en el espectáculo artístico y con la otra aplaudían a Israel ¿no le parece a usted que la palabra “humanidad” ha sido pisoteada con tanques y misiles? Ahora analicemos el caso nuestro, para que no se nos escape: caballeros poderosos económicamente, pero pobres de conciencia, ultrajando a menores de edad de bajos ingresos y por añadidura convirtiéndolas en futuras prostitutas de la sociedad. Se me viene a la memoria las palabras del alemán Schopenhauer: “ los sabios de todos los tiempos han dicho siempre la verdad, y los tontos, que siempre son la mayoría, continúan haciendo las mismas cosas”.
Miguel Ángel Baetty Navarrete
Comentarista Autodidacta
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